Puede que te sientas identificado/a con los puntos que voy a mencionar en esta publicación, pero creo que te puede ser útil para que seas consciente.

Uno de los problemas que veo en consulta es este, que a veces creemos que lo estamos haciendo bien y no entendemos el motivo por el que no conseguimos llegar a nuestro objetivo planteado.

Pero si eres consciente quizás puedas tomar decisiones diferentes que te ayuden en tu objetivo. 

1.El fin de semana cuenta

Hay que tener clara una cosa y es que, para perder grasa debemos estar en déficit calórico. 

El déficit calórico no es más que el estado en el que se encuentra el cuerpo cuando gasta más calorías de las que ingiere.

Y además este déficit no sólo debe ser diario, sino semanal. 

Por lo que es posible que generes un déficit calóricos de lunes a viernes y que el fin de semana realices ingestas superiores, y si además le sumamos consumo de alcohol y menor actividad física, aquí tienes el motivo por el que no consigues alcanzar tu objetivo. 

2.No gestionas ni cuidas las cantidades.

 Con la moda del Real Food, comer comida real, comer saludable, muchas personas han mejorado su alimentación, desplazando el consumo de ultra-y haciendo mejores elecciones de alimentos, nutricionalmente hablando. 

Si haces buenas elecciones pero al final no tienes en cuenta la cantidad no generarás déficit calórico y por tanto no se producirá una pérdida de grasa.

3.Infraestimar la ingesta

Este punto está muy unido con el punto 2. Ya que solemos pensar que comemos menos de lo que realmente lo hacemos.

Muchas personas, en consulta, me suelen decir que no saben por qué no pierden grasa si lo que más comen son ensaladas y mucha verdura.

Cuando les pregunto ¿Qué le añaden a sus ensaladas habitualmente? me suelen decir una larga lista de alimentos calóricos, saludables claro que si, pero la verdura y hortalizas no estás muy presentes y si lo están las salsas.

Algunos estudios indican que con ver verdura en el plato ya pensamos que tiene menos calorías de las reales, infraestimando el aporte calórico del plato.  

4.Sobreestimar el gasto

¿Cuántas veces hemos escuchado o dicho la frase «me voy a comer esto (normalmente algo muy calórico) y luego ya lo quemo en el gimnasio?». Posiblemente más de una y de dos. La realidad es que hacer deporte es una de las principales recomendaciones en cuanto a salud general y una gran ayuda si queremos perder peso.

Sin embargo, según parece, muchos de nosotros tendemos a creer que con hacer ejercicio ya compensamos casi cualquier cosa que comamos. La realidad es que, tal y cómo señalan las investigaciones al respecto, tendemos a sobreestimar el gasto calorico que hacemos mediante el ejercicio físico. 

 5. El NEAT, el gran olvidado. 

NEAT es un acrónimo en inglés («non-exercise activity thermogenesis») que hace referencia a todas aquellas actividades físicas que no están asociadas al ejercicio físico pero que generan algún tipo de gasto calórico. Algunos ejemplos de NEAT son: pasear al perro, cortar el césped o subir escaleras.

Simplificando al máximo la pérdida de grasa, podría explicarse como el resultado de un gasto calórico superior a la ingesta; es decir, quemo más de lo que como y bebo.

Esto ha llevado a confusión en algunas personas que han considerado sólo dos opciones: comer muy por debajo de lo necesario, o hacer deporte por encima de sus posibilidades. Aquí entra en juego el NEAT.

Resulta que este concepto es una variable que suele pasar desapercibida a la hora de generar el tan deseado déficit calórico.

Y es que aumentar el NEAT puede contribuir a incrementar el gasto energético si lo conseguimos maximizar.

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