por dietistamayra | Feb 9, 2022 | Sin categoría
Las patologías funcionales son síntomas y NO patologías.
Pirosis, dispepsia, estreñimiento, aerofagia, dolor abdominal, síndrome del intestino irritable son síntomas y muchas veces CAJONES DE SATRE.
Lo ideal es buscar la raíz del problema, porque en muchos casos pueden ser síntomas de un desequilibrio en la microbiota, desajustes hormonales, cambios en el pH gástrico, hábitos inadecuados o estrés mantenido en el tiempo, entre otras muchas cosas.
El abordaje convencional suele ser «Tómate esta pastilla para esa molestia». Un antiflamatorio para ese dolor, un antiácido (Inhibidor de la bomba de protones) para ese ardor, un laxante para ese estreñimiento, un antiespásmótico para esos ruidos intestinales, un antidepresivo para esa depresión, un ansiolítico para esa ansiedad, esa anticonceptiva para tener reglas regulares, que no te duela o que te baje la menstruación etc.
Es increible que la sanidad que tenemos se base en tapar síntomas y no se busque la raíz del problema, alimentando el bucle de los síntomas ya que se arregla por un lado pero se desajusta por el otro.
En consulta trabajo de una forma integrativa, se revisa el caso en particular, se establecen cambios en los hábitos, se revisan desajustes en la microbiota, se trabaja en mejorar la mucosa y que se produzca una correcta producción de enzimas digestivas. en caso de necesitarse suplementación se pauta o se busca ptra ayuda natural si el paciente lo desesa.
En la gran mayoría de casos se puede REVERTIR con constancia y trabajo profundo.
por dietistamayra | Feb 8, 2022 | Sin categoría
Seguramente hayas escuchado hablar acerca de la importancia de la microbiota y que para tener salud integral debemos cuidar de ella.
¿Sabes cómo hacerlo?
Si es que no, te adelanto que empezaré a compartir información, como la de este post, dando tips que puedas incorporar a tu estilo de vida y dieta, que estoy segura te ayudarán a cuidar de tu microbiota.
A continuación, te voy a contar qué es el almidón resistente, cómo obtenerlo y cuáles son sus beneficios para aprovechar el máximo de sus propiedades.
¿Qué es el almidón resistente o retrógrado?
Empecemos por el principio, el almidón es la forma en que las plantas almacenan su energía.
Los boniatos, patatas, cereales como el arroz, recién cocidados están llenos de almidón. Y nosotros lo absorbemos con mucha facilidad. Es lo que se conoce como gelatinización, que hace que nuestras enzimas lo digieran con facilidad y que sea rápidamente aprovechado por nuestras células.
La forma en que podemos cambiar esto, es cambiando la estructura del almidón transformándolo en almidón resistente o retrógrado, que lo podemos obtener con algo tan sencillo como es dejar enfriar estos alimentos.
Este almidón resiste al proceso digestivo, las enzimas no son capaces de digerirlo, de romperlo en glucosa , quedando disponible para alimentar a bacterias, hongos y levaduras, favoreciendo la digestión. Incluso, puede ayudarnos a mejorar los problemas de inflamación provocados por el exceso de peso.
Se puede decir que el AR puede actuar como una especie de fibra prebiótica. Al fermentar, produce distintos gases y ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el acetato, propionato y butirato .
El butirato cobra gran importancia , ya que cumple funciones a nivel del sistema inmune, antitumorales y antiinflamatorias.
Funciones interesantes en personas con disbiosis intestinal y en casos de obesidad y sobrepeso, ya que son patologías con un gran compotenente inflamatorio.
Cómo cocinar los alimentos para obtenerlo
Para conseguir el almidón retrogradado que resiste a la absorción intestinal, no basta con cocinar el alimento y dejarlo enfriar. Es necesario que, una vez cocido, permanezca un mínimo de 24 horas en la zona más fría de la nevera, a 4-5 ˚C.
La forma de cocinado también influye mucho en este caso sobretodo. Se puede hacer cocido pero lo ideal. en el caso de las patatas o boniatos, es hacerlo al horno, enteros y con la piel. De esta forma no pasa al agua nada del almidón.
El arroz, las legumbres o la avena, lógicamente, tienen que ser hervidos.
Luego, a la hora de consumir el alimento, se puede calentar ligeramente y consumir templado si se desea. No hace falta consumir frío.
Ten cuidado al recalentar estos alimentos, no te pases con la temperatura, ya que si se calienta demasiado, el proceso se revierte. Se suele recomendar no exceder de los 130ºC.
Beneficios del AR más allá de la microbióta intestinal.
Algunos estudios han demostrado que el almidón resistente en dosis moderadas mejora la resistencia a la insulina y los problemas asociados con el metabolismo de las grasas.
Por lo que parece que el AR podría ser útil para personas con resistencia a la insulina.
Por ejemplo en personas con diabetes se podrían ver beneficadas del AR, ya que al enfríarlos, en el proceso de retrogradación se reduce el ínidce glucémico y por tanto, la cantidad de glucosa que se aprovechrá.
Pero ojito, si se padece algún tipo de enfermedad intestinal, se padece de hinchazón y gases, por ejemplo en el caso de un SIBO (sobrecrecimiento bacteriano), en este caso en particular, lo que interesa es eliminar microbios, por lo que no interesan fibras fermentables.
por dietistamayra | Ene 11, 2022 | Sin categoría
Puede que te sientas identificado/a con los puntos que voy a mencionar en esta publicación, pero creo que te puede ser útil para que seas consciente.
Uno de los problemas que veo en consulta es este, que a veces creemos que lo estamos haciendo bien y no entendemos el motivo por el que no conseguimos llegar a nuestro objetivo planteado.
Pero si eres consciente quizás puedas tomar decisiones diferentes que te ayuden en tu objetivo.
1.El fin de semana cuenta
Hay que tener clara una cosa y es que, para perder grasa debemos estar en déficit calórico.
El déficit calórico no es más que el estado en el que se encuentra el cuerpo cuando gasta más calorías de las que ingiere.
Y además este déficit no sólo debe ser diario, sino semanal.
Por lo que es posible que generes un déficit calóricos de lunes a viernes y que el fin de semana realices ingestas superiores, y si además le sumamos consumo de alcohol y menor actividad física, aquí tienes el motivo por el que no consigues alcanzar tu objetivo.
2.No gestionas ni cuidas las cantidades.
Con la moda del Real Food, comer comida real, comer saludable, muchas personas han mejorado su alimentación, desplazando el consumo de ultra-y haciendo mejores elecciones de alimentos, nutricionalmente hablando.
Si haces buenas elecciones pero al final no tienes en cuenta la cantidad no generarás déficit calórico y por tanto no se producirá una pérdida de grasa.
3.Infraestimar la ingesta
Este punto está muy unido con el punto 2. Ya que solemos pensar que comemos menos de lo que realmente lo hacemos.
Muchas personas, en consulta, me suelen decir que no saben por qué no pierden grasa si lo que más comen son ensaladas y mucha verdura.
Cuando les pregunto ¿Qué le añaden a sus ensaladas habitualmente? me suelen decir una larga lista de alimentos calóricos, saludables claro que si, pero la verdura y hortalizas no estás muy presentes y si lo están las salsas.
Algunos estudios indican que con ver verdura en el plato ya pensamos que tiene menos calorías de las reales, infraestimando el aporte calórico del plato.
4.Sobreestimar el gasto
¿Cuántas veces hemos escuchado o dicho la frase «me voy a comer esto (normalmente algo muy calórico) y luego ya lo quemo en el gimnasio?». Posiblemente más de una y de dos. La realidad es que hacer deporte es una de las principales recomendaciones en cuanto a salud general y una gran ayuda si queremos perder peso.
Sin embargo, según parece, muchos de nosotros tendemos a creer que con hacer ejercicio ya compensamos casi cualquier cosa que comamos. La realidad es que, tal y cómo señalan las investigaciones al respecto, tendemos a sobreestimar el gasto calorico que hacemos mediante el ejercicio físico.
5. El NEAT, el gran olvidado.
NEAT es un acrónimo en inglés («non-exercise activity thermogenesis») que hace referencia a todas aquellas actividades físicas que no están asociadas al ejercicio físico pero que generan algún tipo de gasto calórico. Algunos ejemplos de NEAT son: pasear al perro, cortar el césped o subir escaleras.
Simplificando al máximo la pérdida de grasa, podría explicarse como el resultado de un gasto calórico superior a la ingesta; es decir, quemo más de lo que como y bebo.
Esto ha llevado a confusión en algunas personas que han considerado sólo dos opciones: comer muy por debajo de lo necesario, o hacer deporte por encima de sus posibilidades. Aquí entra en juego el NEAT.
Resulta que este concepto es una variable que suele pasar desapercibida a la hora de generar el tan deseado déficit calórico.
Y es que aumentar el NEAT puede contribuir a incrementar el gasto energético si lo conseguimos maximizar.
por dietistamayra | Nov 18, 2020 | Sin categoría
Partiendo que es normal que tras varios meses viviendo una pandemia, nuestras emociones estén a flor de piel, que la incertidumbre e inseguridad esté día y noche presente en nosotros.
Es la sensación que se palpa en el ambiente, que percibo en el entorno en el que me muevo, que cada vez que me cruzo con algún conocido por la calle, esto es de lo primero o incluso lo único de lo que se habla. Ahora más que nunca nuestros cuerpos están deseosos de conectar con nuestras emociones, sentimientos, nuestra esencia. Está bien sentir y emocionarnos.
Es bueno para nuestro bienestar, no guardar ni tragarnos lo que sentimos. De hecho muchas alteraciones de salud como el síndrome de intestino irritable, migrañas, insomnio… están íntimamente relacionadas con la costumbre de reprimir emociones.
Seguramente hayas tenido que adaptarte o estés experimentando ahora mismo un proceso de adaptación a la «nueva normalidad» y que tu forma de alimentarte, hacer la compra, planificarte, cocinar, comer también haya cambiado o esté cambiando. Que sepas que esto también es normal. Quién se iba a imaginar que el COVID-19 pudiera alterar tanto nuestras vidas, trabajos y nuestras neveras.
Lo que vengo a decirte con este post ,es que si estás preocupadx por tu alimentación, presta atención a la forma en que actualmente te relacionas con la comida, ya que te aporta información valiosa sobre cómo están influyendo tus emociones sobre lo que comes.
Está bien querer aprender a comer, querer saber qué comer, cómo comer y cuánto comer (De hecho tengo una guía disponible que te puede ayudar en este sentido Guía del buen comer), Pero antes de esto, es más importante aprender a escucharte. Aprender a reconocer cuándo comes por impulso, qué situaciones, momentos o emociones son detonantes en ciertos comportamientos alimentarios.
La alimentación saludable, al menos como yo la entiendo, consiste en disfrutar de lo que comes, de comer sin culpas ni miedos, de no vivir pegado a una báscula, de no buscar mecanismos compensatorios porque has comido algo que no es saludable. (Quizás no sea saludable en cuanto a nutrientes pero quizás en ese momento es saludable para tu mente).
Una alimentación saludable va de ti, de conocer tus hábitos y a ti mismx.
Quizás antes de esta situación llevabas una alimentación muy controlada y comías bien, pero actualmente estés comiendo «peor», con más ansiedad o en piloto automático sin apenas disfrutar de lo que te llevas a la boca. Si esto que estás leyendo remueve algo en ti, o te sientes identificadx, quizás no es el mejor momento para empezar una dieta, al menos una dieta como se suele entender (Restricción, lista de alimentos prohibidos, contar calorías…)
Lo que menos necesitas es más presión y control en tu vida. ¿No has sentido que cuánto más quieres controlar una situación, más se te escapa de las manos? Pues lo mismo ocurre con la alimentación. Muchas veces cuando recurren pacientes a mi, vienen con la idea que les voy a quitar alimentos, que van a pasar hambre, vienen con una disposición increíble, totalmente dispuestos a pasar hambre.
NO, NO y NO. Al menos conmigo no vas a pasar hambre, excepto en alguna patología puntual, jamás he prohibido nada.
Las prohibiciones dietéticas fomentan el descontrol, la ansiedad y la frustración. Por lo que en lugar de conseguir el objetivo que buscas (Estética, salud…), quizás consigas todo lo contrario. Si deseas comer de una forma saludable, hazlo desde el amor y respeto hacia ti mismx. Si no sabes cómo hacerlo te animo a que acudas a un dietista o nutricionista, que seguro te va a orientar en tu caso particular. (Pide cita)
Recuerda que comer sano es comer de una forma imperfecta, flexible y disfrutando. Si quieres mejorar tu alimentación empieza con cambios progresivos, da tiempo y felicítate por cada nuevo avance, ya estás un paso más adelante.
Resumiendo todo lo dicho, si te has identificado en alguna parte de este post, te animo a no hacer dieta, sino a empezar un estilo de vida saludable, flexible e intuitivo.
Gracias por leerme.