En 2013 empecé un proceso de autodescubrimiento, de forma casi forzada,  tenía ansiedad, ataques de pánico, y una relación tormentosa con la alimentación y mi aspecto físico.

Todo este proceso me llevó a formarme como dietista y abandonar de forma temporal el marketing y la comunicación que es mi primera profesión.

Tras conseguir mi meta,  la titulación legal en nutrición y nutrición deportiva,  inmediatamente emprendí. Esta ha sido la aventura más loca, difícil y gratificante en la que me he sumergido

Como dicen por ahí,  emprender no es para todos y a mi me consumió  física y mentalmente.

Literal me dejé las entrañas. Tanto así que en 2020 aparecieron los problemas digestivos, aunque ya convivía con ellos y mis alteraciones hormonales desde hace años, pero había aceptado que era lo «NORMAL», es lo que me dijeron el sinfín de médicos que me atendieron y no supieron dar con la RAIZ, de todo.

Toma este antiácido para la gastritis y reflujo, ibuprofeno para el dolor articular, pastillas anticonceptivas para mis reglas dolorosas, irregulares y acné, ansiolíticos para calmar la ansiedad…

Tras tocar fondo y no poder levantarme de la cama, me especialicé en patologías digestivas y hormonales, además completé con formación en psiconeuroinmunología, que me abrió la mirada a muchos aspectos de la salud, manteniendo siempre la cordura y sin ir a los extremos. 

Gracias a estas experiencias y aprendizajes he conseguido ayudar a cientos de mujeres a recuperar su salud digestiva y femenina. Acompañando en todo lo que supone este proceso tan personal y transformador.

Porque se puede tener calidad y vivir sin síntomas.